Del golpe congresal a la Asamblea Constituyente
Publicado en Diario Uno el 18 de noviembre de 2020
Fracasó el golpe de estado de los corruptos, ambiciosos, resentidos, y radicalones irresponsables. Algunas bancadas y medios de comunicación golpistas notaron el rechazo ciudadano y ayudaron a la caída de Merino. Algunos grupos empresariales que se ponían de costado, para después alinearse con el ganador, hicieron lo mismo. Pero quien en verdad ganó esta batalla fue la ciudadanía -sobre todo la juventud- movilizada a lo largo y ancho del país, que no le dio tregua al golpismo, lo arrinconó y se lo trajo abajo.
Tenemos ahora un Presidente y una directiva congresal sin manchas de corrupción o golpismo. Buenas credenciales, ojalá que suficientes para enfrentar los enormes retos que tienen por delante.
Procesar y sancionar a los responsables del asesinato de Inti Sotelo y Jack Pintado -nuestros Héroes del Bicentenario- incluyendo a los autores directos de los disparos y a los responsables políticos de la represión, Merino, Flores Araoz y el exMinistro Rodríguez entre ellos. De paso, derogar la Ley 31012 de impunidad a las fuerzas del orden.
Garantizar la realización de elecciones limpias y transparentes el 11 de abril del 2021. El Presidente Sagasti era pre candidato en una plancha presidencial del Partido Morado, y ahora debe demostrar la más absoluta neutralidad.
En tercer lugar, reafirmar la lucha contra la corrupción, nombrando al gabinete personas sin cuestionamientos éticos, y garantizando los recursos y la autonomía que la Fiscalía de la Nación necesita seguir haciendo su trabajo.
El exPresidente Vizcarra debe ser tratado como cualquier otro ciudadano objeto de una investigación fiscal. Ni ensañamiento ni privilegio.
Lidiar con la crisis sanitaria, haciendo las correcciones necesarias para mejorar pruebas y rastreo, dar acceso gratuito a las vacunas cuando estas estén disponibles, fortalecer la atención primaria descuidada en estos meses, y asegurar que las actividades económicas se desarrollen con las condiciones adecuadas de seguridad para los trabajadores, consumidores y clientes.
Mejorar la respuesta a la crisis económica. Los bonos de Vizcarra han sido insuficientes y Reactiva Peru estuvo sesgado hacia las grandes y medianas empresas. Las familias se han comido sus ahorros y/o se han endeudado.
Las pequeñas empresas urbanas y los productores agropecuarios se han descapitalizado. Los trabajadores independientes se han quedado sin ingresos. Se necesita ayudar más mediante bonos y créditos, recuperando capacidad productiva y capacidad de consumo, apostando a una reactivación centrada en la recuperación del mercado interno, y no en los sectores exportadores de recursos naturales.
Finalmente, el nuevo gobierno debería entender que la crisis sanitaria y económica, y ahora la crisis política, han puesto en evidencia problemas estructurales de nuestra economía y nuestro estado. Debería incluir en la elección del 11 de abril del 2021 una consulta sobre si la gente quiere -o no- elegir una Asamblea Constituyente para aprobar una nueva constitución.
Si esta opción gana, en el año del Bicentenario no estaremos celebrando un país mejor, pero si podríamos estar construyendo los cimientos de un nuevo Perú para las futuras generaciones. Es lo menos que se merecen Inti y Jack y esa juventud valiente que se la ha jugado en estos días.
Para que todo esto sea posible, hay que mantener a raya a la mayoría mafiosa y corrupta del Congreso. Ahora perdieron, arrinconados por la movilización ciudadana. Pero mañana pueden sumar los 66 votos que necesitan para bajarse a Sagasti e imponer a otro Merino en el gobierno.
La única manera de impedirlo y, de paso, vigilar que el nuevo gobierno se mantenga en el camino correcto, es que la gente siga movilizada.
Jóvenes, les queda harta chamba por delante.