La reactivación en cuestión
Publicacado en Diario Uno, 5 de Mayo de 2020
Desde inicios del mes de Mayo se inicia la primera fase del reinicio de las actividades económicas paralizadas por la cuarentena .
Desde el punto de vista de la salud, esta es una mala decisión. Estábamos logrando “aplanar la curva”, pero el reinicio de actividades supondrá más gente usando el transporte público, más gente en los centros de trabajo, más riesgo de infección. Se arriesga perder todo lo ganado en la cuarentena.
¿Era inevitable dar este paso? No.
Si se hubiese entregado desde el saque un bono universal en lugar de perder el tiempo en imposibles intentos de focalización de personas y familias, la cuarentena hubiese sido más eficaz y no habría tanta presión por reiniciar actividades. Hacerlo ahora es una mala decisión que resulta de la mala decisión anterior de ahorrar, justamente cuando había que gastar. La paradoja es que si hay un rebrote de la epidemia que haga necesaria una nueva cuarentena, los costos para la economía serán mucho mayores que el costo de una compensación realmente universal y más duradera.
¿Y de que reactivación hablamos?
La lista de actividades que pueden reanudarse en esta primera fase es encabezada por la gran minería y los hidrocarburos.
Pero la minería fue autorizada a seguir operando cumpliendo ciertos protocolos de seguridad. ¿El resultado? Casi 250 trabajadores infectados, más de 200 de ellos en la empresa Antamina. Y hablamos de empresas que pueden invertir en la seguridad de su personal. ¿Qué pasará en decenas de miles de pequeñas y medianas empresas sin ninguna capacidad de hacerlo para cumplir con los protocolos sanitarios?
Las empresas privadas del petróleo y el gas están pidiéndole al gobierno que las subsidie, pues como sus costos de producción son más altos que los actuales precios de venta, están perdiendo plata. La Municipalidad de Lima subsidiará a las concesionarias privadas del Metropolitano para que sigan ganando lo mismo con la mitad de los pasajeros. Subsidios a grandes empresas mientras se nos dice que no hay dinero para un bono universal que ayude a los más pobres.
Lo justo hubiese sido ayudar a los más necesitados a soportar mejor la cuarentena. Lo justo en la reactivación será ampliar programas como Reactiva Perú y FAE-MYPE, asegurarse que los créditos irán a las pequeñas y micro empresas y no a las grandotas que son la cartera preferida de los bancos, y acelerar su implementación de manera tal que puedan recuperarse esas empresas que generan la mayoría del empleo en el Perú.
La historia indica que las crisis del capitalismo resultan en procesos de concentración del capital y aumentan la desigualdad. Que los grandes acumulan más y muchos pequeños quedan en el camino. Que la historia no se repita.