La situación está saliendo fuera de control. Hospitales satu­rados, muertos acumulándose y crematorios desbordados, personal de salud trabajando sin las condiciones mínimas de protección para ellos y sus familias, una parte impaga hace meses. Gente buscando regresar a pie a sus regiones pues en Lima ya no tienen ingresos ni para pagar el alquiler ni para comprar comida. Gente rompiendo la cuarentena porque necesita salir a buscarse un ingreso, al riesgo que sea. 

Esta situación será más dramática aún pues todavía se viene el pico de infectados que pondrá máxima presión a un sistema de salud ya colapsado; porque la epidemia se está extendiendo hacia los sectores más pobres y más rurales del país en donde la capacidad de respuesta hospitalaria es más precaria que en las ciudades más grandes; y porque parece que será necesario extender la cuarentena, al menos parcialmente.

A la base de estos problemas está la enorme limitación de la focali­zación empleada para entregar los bonos de 360 soles, que simple y llanamente no incluye a todas las personas que lo necesitan. Y también la limitada asignación de recursos para este fin, pues 720 soles para una familia de 4 o 5 personas no alcanzan, frente a una canasta bá­sica familiar mensual de S/1,376 mensuales, de acuerdo al INEI.

Respecto del bono universal y el pago del personal de salud, se dice que no hay plata suficiente. Pero la Ministra Alva ha infor­mado que aún no se toca el Fondo de Estabilización Fiscal, pues hasta ahora el gasto hecho ha sido cubierto por reasignaciones presupuestales, y que además ha habido una exitosa colocación de bonos en el mercado internacional. Hay que usar ese dinero ya. La cosa no aguanta más.

Además, hace unos años la CONFIEP armó una bolsa para finan­ciar una campaña en medios en favor de Keiko Fujimori. ¿Porque no hace hoy lo mismo para financiar un bono universal? ¿Porque no ponen algo de la suya para ayudar a quienes no tienen nada? Podrían así adelantar algo de lo que algún día tendrán que aportar mediante un impuesto a la riqueza.

También se ha dicho que se beneficiarían personas que en verdad no lo necesitan. Se puede evitar esa filtración arriba con focalización inversa, descartando a quienes ya tienen empleo e ingresos estables, tienen ahorros bancarios por encima de alguna cantidad, tienen más de una propiedad, etc. Y si aún si se acogen al bono algunos zamarros que no lo necesitan, que importa. Valdrá la pena si con eso se ayuda a controlar la epidemia y se salvan muchas vidas.

Extender la ayuda a todas esas personas que lo necesitan es indispensable y es impostergable. Una prórroga de la cuarentena no va a funcionar si no viene acompañada de un apoyo concreto a todas las personas que hoy se han quedado sin ingresos, sin ahorros, sin alternativas.