ya acabó su novela

Para apuntalar la disolución, se necesita calle

Publicado en Diario Uno el Martes 1 de Octubre de 2019

Carlos Monge

Publicado: 2019-10-01

La mayoría mafiosa del Congreso ha hecho todo lo posible para que Vizcarra lo disuelva. Y lo ha logrado. Archivó la propuesta de adelanto de elecciones; ignoró la propuesta de reforma del sistema de votación para nuevos integrantes del Tribunal Constitucional; quiso impedir que el Premier se presente al Pleno; alteró la votación congresal. 

Así como suena. Hicieron ganar con trafa al candidato Ortiz de Zevallos, dándole el voto de la Congresista Foronda mientras ésta protestaba en el centro del hemiciclo. Cuando la trafa se hizo evidente, retiraron el voto de Foronda pero inventaron el voto de la congresista Vilcatoma, quien no había votado. Un escándalo que deberá invalidar por completo esta votación. Después, no lograron los votos necesarios para elegir un integrante más, suspendieron la sesión y convocaron a reunión a las 4pm para discutir –recién entonces- la cuestión de confianza. De la trafa a la burla.

Finalmente, Vizcarra disolvió el Congreso. Es claro que no quería hacerlo, que dejó pasar una y otra oportunidad de hacerlo antes. Pero ya en estas últimas semanas y días quedó totalmente claro que –operando ya no como organización política sino como organización criminal- el fujimorismo y sus aliados no iban a entrar en razón. Necesitaban capturar el TC para salvar a Keiko de la cárcel y después tirarse abajo toda la investigación Lava Jato. Es que, para muchos codinomes en el Parlamento, el riesgo de la cárcel es personal.

Pero, ojo, las batallas hay que terminar de ganarlas. Vizcarra ha anunciado la disolución, pero le falta emitir el Decreto respectivo. Y después hay que ver que este Parlamento cese de funcionar y se proceda a la elección de uno nuevo. Las mafias se resistirán. Apelarán al TC y al Poder Judicial. Denunciarán al dictador Vizcarra en Foros Internacionales.

Vizcarra parece haber entendido, por fin, que no había manera de negociar nada decente con organizaciones criminales. Ahora le toca entender que, para consolidar esta derrota de las mafias, se hace necesaria una amplia coalición democrática que enfrente a la coalición de mafias políticas, estatales y empresariales corruptas que ahora querrá vacarlo. Mafias que, con o sin control del Congreso, seguirá empeñados en tirarse abajo la lucha contra la corrupción y las reformas judiciales y políticas que la democracia y la ética necesitan.

Construir esa coalición para terminar esta batalla desde y con la calle, es la tarea del momento. Si Vizcarra llama a la ciudadanía a salir a la calle, el Perú tiene la oportunidad de terminar de ganarle a las mafias. Si no lo hace, habrá que construir esa coalición sin él, desde abajo y con la gente. Tomará más tiempo, pero ganaremos. La cosa se resolverá en la calle.


Escrito por

Carlos Monge

Antropólogo e Historiador. Fanático del Alianza Lima y socialista empedernido. Enamorado de Leda, Lucía, Camilo, Frida y León.


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