Martín Vizcarra pudo pasar a la historia como el Presidente que sacó adelante reformas judiciales y políticas fundamentales, derrotó definitivamente a partidos mafia como Fuerza Popular y el APRA, y golpeó duramente a las mafias de la corrupción enquistadas en el Estado. Y que abrió un debate nacional sobre la superación de una estrategia de crecimiento primario exportadora que es insostenible económica, social y ambientalmente.   

Pero, se chupó.

Pudo plantear una segunda cuestión de confianza y disolver este congreso que es manejado por una alianza mafiosa de fujimoristas y apristas dedicada principalmente a proteger la corrupción. Y hacerlo por la vía constitucional y con enorme respaldo ciudadano. Unas nuevas elecciones congresales nos hubiesen dado al menos un congreso no manejado a su antojo por las mafias actuales. Pero no lo hizo. Dudó. Se paralizó. Se dejó atarantar.

Pudo abrir un debate sustantivo sobre el modelo económico y sobre la minería en particular. Y pudo cancelar definitivamente Tía María, dando una señal clara de que las cosas mal hechas no van. Pero tampoco lo hizo. De nuevo, se chupó. Cedió ante las presiones de los grandes grupos de poder, regalándoles planes de Competitividad y de Infraestructura a su medida. Y después retrocedió en su anuncio de una nueva Ley de Minería, enfatizando ahora que se harán solamente algunos cambios a la actual. Veremos que hace ahora con Tía María, porque al paso que va, puede también terminar cediendo ante el empresariado en este tema y generando un conflicto de proporciones en el Valle de Tambo y en todo el sur del país.

Los grupos de poder económico y las mafias que manejan el Congreso no han perdido el tiempo. Están aprovechando para sacar adelante normas que favorecen descaradamente a un número reducido de grandes empresarios en perjuicio de una masa enorme de trabajadores. Es el caso de la ampliación Ley de Promoción Agraria, que da a los agroexportadores 10 años más de beneficios tributarios y recorte de derechos laborales, pese a que la norma –que se suponía era temporal- está vigente hace ya 20 años. Y están tomando por asalto el Tribunal Constitucional.

¿Se la paso totalmente el tren a Vizcarra? En verdad no. El anunció que esperaría hasta fin de mes a que el Congreso apruebe el adelanto de elecciones, y que, si no lo hacía, plantearía otra salida política. Estamos cerca, pero esa fecha no ha llegado aún. Vizcarra nos ha sorprendido antes. Puede ser que lo haga otra vez. Pero temo que ya se le pasó el momento de hacer lo que la democracia necesitaba y la gente pedía. Y que incluso, si lo hace ahora, el fujiaprismo y las mafias ya tendrán un Tribunal Constitucional a su medida. Camarón que se duerme…