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Sobre un indeseable Diálogo Mafioso y una necesaria Confrontación Democrática

Publlicado en Diario Uno, Lunes 2 de Septiembre de 2019

Carlos Monge

Publicado: 2019-09-02

Quienes acusaban al Presidente Vizcarra de ser un dictador que quería tomarse todo el poder, ahora están preocupadísimos por la inestabilidad que un adelanto de elecciones podría generar. Dicen que violenta la Constitución, que asusta a los inversionistas, que desacredita a las instituciones y la democracia. En búsqueda de esa ansiada estabilidad amenazada por este extraño dictador que quiere irse, ahora proponen que el diálogo entre el Presidente del Congreso y el Presidente de la República debería resultar en un acuerdo de gobernabilidad que le devuelva al país la tranquilidad perdida.  

Una propuesta fujimorista de diálogo por la gobernabilidad hubiese tenido alguna credibilidad si la planteaba Keiko inmediatamente después de las elecciones del 2016. Pero, por el contrario, pretendió gobernar al país desde el congreso. Desde entonces, la tarea de Fuerza Popular ha sido obstruir, impedir gobernar, tirarse abajo al gobierno. Todo lo contrario a la estabilidad y gobernabilidad que ahora reclaman sus opinólogos afines.

La propuesta de dialogo que hoy hace el fujimorismo no merece ninguna credibilidad. Es apenas otra maniobra dilatoria para hacer imposible que las elecciones se adelanten, pues si este adelanto no se aprueba antes del fin se septiembre ya no habría tiempo para organizarlas de manera tal que un nuevo presidente jure el 28 de Julio del 2020. Al mismo tiempo, preparan la vacancia, pues ya les queda claro que para no terminar en la cárcel tienen que tumbarse a este Presidente. Algunos lo niegan para no quedar como golpistas, pero otros como Mulder y Becerril lo dicen con claridad: la tarea es traerse abajo a Vizcarra.

El país no necesita una farsa de dialogo que le permita a la mafia en el congreso impedir el adelanto de las elecciones. Dos años más en esta situación de entrampamiento golpearan aún más la fe de a gente en el sistema democrático.

Por el contrario, lo que la democracia necesita es confrontar a esta mafia como único camino para avanzar con las reformas que el país necesita, como única manera de garantizar que la lucha contra la corrupción siga avanzando y que por una vez aunque sea la impunidad de los poderosos no le gane la partida a la justicia.

Ese es el dilema de estos días. Frente a la trampa de un dialogo mafioso, necesitamos una confrontación democrática.

Desde el Poder Ejecutivo, Vizcarra debe ser firme en el adelanto de las elecciones y debe apelar a la disolución del congreso si la mafia se niega a aceptar esta salida. Desde la fiscalía, hay que mantener el rumbo, caiga quien caiga. Desde la calle, la movilización de jueves 5 de septiembre debe hacerles ver que la paciencia de la gente se está acabando.


Escrito por

Carlos Monge

Antropólogo e Historiador. Fanático del Alianza Lima y socialista empedernido. Enamorado de Leda, Lucía, Camilo, Frida y León.


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