La Nación Wampis
Publicado el 11 marzo de 2019 en Diario Uno
El país sigue con atención temas de gran importancia como la lucha contra la corrupción y la reforma política, la reconstruccióndel norte y las políticas macroeconómicas, y ahora también el recambio del gabinete.
Pero hay otros procesos, menos visibles y casi subterráneos, que nos plantean retos tanto o más importantes. Uno de ellos, la existencia del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis, en territorios de Amazonas y Loreto en la Amazonía Norte.
Cansados de ser ignorados, en noviembre del 2015 establecieron el Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis (GTANW), con un Ejecutivo Central presidido por un Presidente (Pamuk) que responde a una asamblea (UNN IRUNTRAMU) de representantes (Irurin) de las comunidades.
Su funcionamiento está normado por un estatuto constitutivo, en cuyo encabezado se lee “En memoria de nuestros ancestros y por nuestro derecho a la libre determinación como pueblo y nación”.1
¿Que han venido haciendo? Pues varias cosas que afirman esa voluntad de ser los y las Wampis quienes deciden sobre sus territorios.
Han enfrentado y han logrado erradicar la minería ilegal en partes importantes de su territorio. Y –vista la pésima experiencia de los indígenas de las 4 cuencas con la explotación del Lote 192- están en campaña contra la explotación del Lote 64 por Geopark y Petroperu.
Han desarrollado actividades internas de capacitación sobre el cambio climático. Y han apoyado las demandas de los otros pueblos indígenas de la Amazonía Norte en relación con la presencia de empresas petroleras y mineras y la contaminación que esta actividad causa en sus territorios.
Ciertamente, tienen grandes retos que enfrentar. Se han presentado y han pedido reconocimiento a todas las autoridades del Estado. Y aunque coordinan cotidianamente con los funcionarios públicos y las autoridades municipales y regionales para actividades concretas, su reconocimiento formal sigue pendiente. Enfrentan también el reto de articular de manera democrática y eficaz a las organizaciones sociales de base y de cuenca que también existen.
Pero lo más importante que esta experiencia indígena amazónica le plantea al país es el reto de la plurinacionalidad. La reinvención del Perú como nación de naciones. La reinvención del Estado y del sistema político para darle forma institucional y política a esta nueva realidad.
La plurinacionalidad debe ser bandera de las izquierdas peruanas. Reconocer al Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis, promover que otros pueblos indígenas sigan ese camino, incluir la plurinacionalidad en nuestra propuesta de Nueva Constitución, son parte de lo que tenemos que hacer.