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EL Montonero

Los retos que nos deja la huelga magisterial

Publicado en Diario Uno, Domingo 10 de Septiembre de 2017

Carlos Monge

Publicado: 2017-09-11

La reciente huelga magisterial ha hecho evidente el fracaso estratégico del neoliberalismo en el terreno de la educación pública.  

Desde los años 90 con Fujimori hasta la fecha, los gobiernos han descuidado sistemáticamente la formación y las condiciones de trabajo del magisterio. Lo que han logrado es que se caiga la calidad de la educación, que un sector considerable de los padres y madres de familia escojan pagar una educación privada (aunque esta termine siendo en muchísimos casos igual o peor de mala que la pública), y que maestros y maestras se sientan frustrados y amargados y que se resistan a ser evaluados en condiciones de trabajo que les hacen casi imposible tener un buen rendimiento.

Se puede decir lo que se quiera sobre las dirigencias de la huelga y de su conducción, pero una gran mayoría del magisterio se ha sumado a esta lucha, lo que es indicativo del malestar existente.

La huelga magisterial también ha hecho evidente la incapacidad del gobierno para lidiar de manera seria con el tema. Los aumentos finalmente arrancados habían sido ya presupuestados para este año, pero el MEF los pateó para adelante pues no fueron vistos como una prioridad. Tampoco hubo capacidad de percibir el malestar magisterial por los malos sueldos y por la manera en que se llevan adelante las evaluaciones. Y desatado ya el conflicto, fue penoso el espectáculo de Presidente, Premier, Ministra de Educación y Ministro del Interior contradiciéndose una y otra vez sobre con quien sí y con quien no negociar y sobre qué cosas negociar.

Finalmente, también ha hecho evidente que hay una crisis en la conducción histórica del SUTEP, que hay un rechazo mayoritario a la manera como el gremio se ha manejado durante décadas y que ese rechazo es capitalizado hoy por una diversidad de dirigencias que incluyen a las nuevas caras del senderismo, cuyo manejo sindical –si toman el SUTEP o consolidan un gremio nacional paralelo- será sin duda alguna mucho más antidemocrático de los Patria Roja ha sido en estos años.

¿Qué pasará en lo inmediato?

La Ministra Marthens será interpelada en los próximos días y los más seguro es que ruede su cabeza. Pero no dejo de preguntarme si ella es la principal responsable de este desastre o lo son en igual o mayor medida el Premier y Ministro de Economía que no dio el aumento cuando estaba previsto, y el Ministro del Interior que de dedicó a petardear toda la posibilidad de negociación final que incluyese al dirigente principal del Comité Nacional de Lucha.

Al respecto pienso además que quienes promueven la interpelación y la censura (FP, FA y Nuevo Perú, a la fecha) debieran también obligarse a proponer que perfil de ministro o ministra quieren en reemplazo de la actual, pues –como sucede- a veces el remedio puede ser peor que la enfermedad. No vaya PPK a aprovechar la oportunidad para caerle bien a KF colocando en el cargo a alguien que no solo sea igualmente incapaz de atacar las raíces profundas de la huelga, sino que además busque eliminar los avances conseguidos en el tratamiento de temas como los derechos de la mujer y la formación de las identidades de género. Peor que la Marthens será algún pastor evangélico aterrorizado por la presencia “ideología de género” en las aulas.

Hasta ahí el balance y sus consecuencias inmediatas. Y ahora los retos. Considero que hay tres que son fundamentales.

Primero, es necesario lograr un acuerdo presupuestal multianual que permita elevar sistemáticamente el presupuesto para sueldos, formación e inversión en infraestructura y equipamiento, para lograr en un plazo determinado el olvidado 6% del PBI establecido como meta por el Acuerdo Nacional hace más de una década o –como sugieren diversos expertos- un mínimo de inversión por alumno/a.

Segundo, un acuerdo entre magisterio, ministerio y padres de familia sobre las características de un sistema de evaluación que sea justa con maestros y maestras y que al mismo garantice a padres y madres de familia una mejora continua en la calidad de la educación.

Tercero, una alternativa política de democratización de la organización sindical magisterial que permita a maestros y maestros contar con un sindicato que permanezca fuerte y unido, que sea consecuente y luchador, y que al mismo tiempo se maneje de manera democrática y transparente, y que entienda también que los niños y niñas merecen la mejor educación posible. Ello supone una coalición de fuerzas políticas comprometidas con las demandas magisteriales, pero igualmente comprometidas con procedimientos democráticos y con mejorar la calidad de educación pública. Peor que un SUTEP manejado antidemocráticamente será tener dos SUTEPs manejados antidemocráticamente, con ambos mirando de costado el tema de la calidad.

Hay pues mucho en la agenda de la educación pública. En el corto plazo será el juego político en el congreso y entre PPK y KF quien determine si la Ministra sigue o no en el cargo, y quien la reemplaza si renuncia o la censuran. Pero lo realmente importante sería que ese cambio se haga en el marco de una perspectiva de mediano y largo plazo que permita enfrentar los tres grandes retos arriba mencionados.

Ni PPK ni KF tendrán ningún interés en una estrategia así, pues comparten su poco interés en la educación pública ya que son privatistas de corazón, cuando no –caso de integrantes de la bancada naranja- privatistas de billetera con intereses personales en la privatización de la educación. La mesa está servida para que una propuesta así sea impulsada desde las fuerzas de izquierda democrática, construyéndola de abajo para arriba con el propio movimiento magisterial.


Escrito por

Carlos Monge

Antropólogo e Historiador. Fanático del Alianza Lima y socialista empedernido. Enamorado de Leda, Lucía, Camilo, Frida y León.


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