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El Indulto

Publicado en Diario Uno, Martes 4 de Julio de 2017

Carlos Monge

Publicado: 2017-07-04

La presión sobre PPK para indultar a Alberto Fujimori crece. Integrantes de Fuerza Popular lo exigen; directores y columnistas de medios de comunicación lo consideran indispensable para un acuerdo entre el Ejecutivo y la mayoría naranja en el Congreso que traiga estabilidad política al país; sectores empresariales también piensan que solo así habrá acuerdo en torno a “las reformas” que ellos exigen para revertir la caída en la inversión privada; sectores del propio gobierno piensan que el indulto apaciguará a las huestes fujimoristas. 

Indultar a Alberto Fujimori sería, por supuesto, un enorme retroceso para la precaria democracia peruana, pues lanzaría a los cuatro vientos un mensaje nefasto: se puede hacer un golpe de Estado, manipular organismos y procesos electorales, corromper a las instituciones y las personas, robar y matar, y al final no pasa nada.

Además, el indulto abriría un escenario político muy lejano a la estabilidad que se invoca como argumento.

Dentro del propio gobierno y la bancada PPK habría cismas, pues hay integrantes del gabinete y de la bancada que están en contra de esta medida. Y una parte significativa de su electorado -y de la ciudadanía que hasta ahora lo respalda- lo consideraría una traición a sus promesas. El resultado sería un Ejecutivo aún más débil y una bancada gobiernista fraccionada.

El fujimorismo tampoco la tendría fácil. Keiko tendría ahora que compartir con Alberto (y Kenji detrás de Alberto) el liderazgo en el partido y la bancada, algo siempre difícil en una estructura vertical y autoritaria como Fuerza Popular. No es casualidad que hasta ahora Keiko no haya usado el poder que le da ser mayoría en el Congreso para liberar a su padre, pues para ella el objetivo es –antes que la libertad de su padre- tirarse abajo al gobierno de PPK y ganar elecciones adelantadas.

En suma, el indulto al exdictador preso por delitos de lesa humanidad y de corrupción que no enfrenta una situación terminal de salud, no solo violenta principios y debilita la institucionalidad y la cultura democrática peruana, sino que será un factor de aun mayor precariedad e inestabilidad política. A ver si PPK se da cuenta.


Escrito por

Carlos Monge

Antropólogo e Historiador. Fanático del Alianza Lima y socialista empedernido. Enamorado de Leda, Lucía, Camilo, Frida y León.


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