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Los Retos del Frente Amplio

Aporte al debate

Publicado: 2016-09-22


Sobre TyL y el FA en la Campaña Electoral y Hacia Adelante.

Aporte al Debate.

La Campaña Electoral

La campaña electoral del Frente Amplio ha sido un éxito, ha generado un nuevo escenario político nacional, y ha planteado nuevos retos al Frente Amplio

La campaña se desarrolló en un escenario adverso. Aunque siempre hubo un electorado que se identificó como izquierdista, la imagen de “la izquierda” había quedado asociada al fracaso político en la Municipalidad de Lima Metropolitana y a la traición de Ollanta Humala a sus promesas electorales y a su programa, en la medida en que ambas experiencias fueron públicamente identificadas como de izquierda. Además ante la opinión pública se presentaban tres proyectos diferenciados de izquierda: el FA; el MAS/DD; el UNETE.

En estas circunstancias adversas, la campaña electoral comenzó con muy bajo reconocimiento e intención de voto para VM y el FA. En Octubre del 2015 apenas 13% se había enterado de las elecciones internas del FA, más del 60% no sabían quién era Verónika Mendoza ni el FA, y Verónika Mendoza tenía solo 1% de intención de voto.

Sin embargo, partiendo de este escenario muy negativo, los resultados fueron muy positivos: FA recibió el 18.74% del voto en la primera vuelta electoral, quedando tercero apenas a 2 puntos de PPK y su 21.05% de la votación, consiguiendo 20 congresistas en 12 regiones y cerrando con la votación en el sur y buena parte del centro.

Las Claves del Éxito Electoral

Hay que partir por reconocer dos componentes claves del escenario político electoral.

El primero, que el fujimorismo es una fuerza política consolidada y con presencia muy fuerte en los sectores más pobres de la sociedad. Después de un trabajo político sostenido de más de una década para revertir los costos políticos de los destapes sobre actos de corrupción y violaciones de derechos humanos, en los últimos años el fujimorismo ha logrado mantener el apoyo estable de 30% o más de la población.

El segundo, que el electorado no fujimorista apostó por la búsqueda de nuevas opciones presidenciales. Como consecuencia, hemos visto en esta elección una crisis muy fuerte de 3 opciones políticas de la derecha tradicional (APRA, PPC, PP), mientras emergían nuevas caras en el escenario presidencial (aunque algunas fuesen ya viejas en la política peruana) como las de PPK, Guzmán, Acuña, Barnechea y Mendoza.

Ciertamente, en el desenlace final jugaron elementos fortuitos, como la intervención del JNE para sacar de carrera a Julio Guzmán, que en ese momento apuntaba a llegar a la segunda vuelta con Keiko Fujimori y FP. De la misma manera, la crisis del proyecto UNETE/DD que llevó después a la alianza MAS/DD compitiendo en inferioridad de condiciones con Goyo Santos injustamente preso. Pero lo importante es que fue el FA -y no otra de las tantas nuevas candidaturas- el que logró aprovechar estas oportunidades.

Fue clave para el FA desarrollar una estrategia de campaña centrada en cinco principios fundamentales>

a) Una participación electoral afirmando un perfil de izquierda y un proyecto de mediano plazo, frente a las voces que nos planteaban un perfil corrido al centro para ganar las elecciones, sin afirmar una perspectiva propia en horizonte estratégico. Se nos dijo de todo, pero no cedimos.

b) Apoyo activo a los movimientos sociales en conflicto en diversas partes del país, anunciando un proyecto político con propuestas de cambio que surgen de las propias demandas sociales. No cedimos la tentación de moderar nuestras posiciones frente a papas políticamente y electoralmente calientes como Conga o Tía María o los derechos de las mujeres o de la comunidad LGTBIQ+.

c) Acuerdos programáticos firmes, de manera tal que hubiese total claridad respecto de nuestras propuestas al país sobre temas controversiales y se sumasen solamente los que estuviesen de acuerdo con esas propuestas. Fue importante que estos acuerdos fuesen más allá de la agenda social clásica de la izquierda para incluir temas de sostenibilidad ambiental, plurinacionalidad, y diversidad, entre otros.

d) Procedimientos democráticos y abiertos a la ciudadanía para la elección de las candidaturas nacionales y congresales. Solamente en algunas regiones no se lograron los acuerdos políticos básicos para sacar adelante las elecciones internas. En el caso de Marco Arana hubo consenso en asignarle la candidatura Vice Presidencial y el puesto número 1 de la lista regional por Cajamarca sin pasar por una elección interna, y para la segunda vicepresidencia se invitó al c. Alan Fairlie.

e) Consideraciones éticas, que nos llevaron a rechazar, por ejemplo, la posibilidad de una alianza electoral con Yehude Simon, co-responsable político de las políticas del Perro del Hortelano de Alan García y del Baguazo.

Fue igualmente clave haber logrado el compromiso activo de la militancia de las organizaciones políticas que son parte de FA, de otras –como el PS y FS- que se fueron sumando en el camino, y sobre todo de miles y miles de activistas independientes que se sumaron a la campaña de múltiples maneras. Este activismo de base, mayormente independiente y ciudadano, debe ser la nueva base social y electoral del Frente Amplio, más allá de la militancia de los partidos. El reto fundamental que el FA ahora enfrenta es el de la organización, formación y participación activa de esta nueva base social independiente en la vida institucional de la organización.

El llamamiento de Verónika Mendoza a votar x PPK definió la segunda vuelta y confirmó su peso político nacional. hay que resaltar al respecto que inmediatamente después de la primera vuelta, la gran mayoría de los electores y las electoras del FA definieron su voto contra el fujimorismo en la segunda vuelta; en las semanas siguientes buena parte de la bases y dirigentes intermedios del FA entendieron que la batalla del momento era contra el fujimorismo que representaba el riesgo de caer en la condición de narco estado y una derrota estratégica para las fuerzas de izquierda y democráticas que habíamos luchado durante los 90 contra la dictadura de Fujimori, Montesinos y sus mafias civiles, empresariales y militares; el acuerdo del CP del FA fue hacer campaña contra el fujimorismo pero sin llamar al voto por PPK, quedándose sin una respuesta clara al dilema político del momento; el llamamiento público de Verónika Mendoza a votar contra KF votando por PPK superó el abstencionismo del CP del FA, definió el resultado de la segunda vuelta y la consolidó como una estadista de respeto en la escena nacional.

Sin embargo, en medio de estos aciertos, también hay que resaltar que fue muy negativo que en algunas regiones como Arequipa y Puno los desacuerdos sobre las elecciones y sus resultados se hiciesen públicos y se mantuviesen irresueltos en medio de una guerra en los medios, dañando severamente la imagen del FA en esos territorios y dejando al final pocas semanas efectivas de campaña. En estas y otras regiones pudimos haber sacado más congresistas y logrado los votos suficientes para pasar a la segunda vuelta.

Dela misma manera hay que reconocer que hubieron tensiones entre el CP del FA y el comité de comité directamente encargado de la campaña, que es importante evitar en futuros escenarios electorales definiendo con claridad los roles de cada quien en cada momento de la lucha política.

Los aportes de Tierra y Libertad

Es importante reconocer los múltiples aportes de Tierra y Libertad al proceso del FA. Se pueden resumir así:

a) La creación misma de TyL por iniciativa de Marco Arana significó una novedad renovadora en un escenario de una izquierda estancada en el terreno programático, de su relación con el movimiento social, y de sus dirigencias.

b) Poner su registro electoral al servicio de una unidad mayor, dando lugar a la formación del FA. Una primera versión fue con los partidos que después conformaron UNETE y que hizo crisis en torno a la participación en las elecciones municipales del 2014 en Lima Metropolitana. La segunda versión es la actual.

c) Promover que en la elección de las candidaturas participe la ciudadanía izquierdista y no solamente los militantes de las organizaciones del FA.

d) Aceptar democráticamente la derrota electoral del c. Marco Arana en las elecciones internas.

e) Aportar contenidos programáticos que integran componentes socialistas, ecologistas, indigenistas, feministas, de la diversidad, descentralistas y participativos, a la plataforma programática y plan de gobierno del FA

Las discrepancias que hoy existen en el seno de Tierra y Libertad y del Frente Amplio sobre como ingresar a una nueva de construcción del FA no pueden llevar a negar los aportes de TyL. Por el contrario, es identificando estos aportes que se pueden también identificar las contribuciones que TyL podría seguir haciendo a FA en esta nueva etapa de su construcción.

El Nuevo Escenario Político Nacional y los Nuevos Retos que se Plantean al FA

Como se ha señalado líneas arriba, los resultados electorales (tercera fuerza electoral, segunda bancada parlamentaria) han generado un nuevo escenario político en un país en el que la izquierda no tenía voz propia nacional. Hoy día se reconoce que la izquierda existe y es una fuerza política nacional, y se reconoce la emergencia de nuevos liderazgos izquierdistas, siendo sin duda el más importante el de Verónika Mendoza, que es hoy día parte fundamental del capital político del FA.

En el nuevo escenario político que hoy se abre, el reto fundamental del Frente Amplio es prepararse para gobernar construyendo poder popular. La idea se puede desarrollar de la siguiente manera: siendo PPK un proyecto político de corto plazo, que se agotará en la actual gestión gubernamental, el FA tiene la posibilidad de ganar varios gobiernos regionales y locales el 2018 y de ser gobierno nacional el 2021. Pero la experiencia histórica y la más reciente (Susana Villarán en la MLM y Ollanta Humala en el Gobierno Nacional) indican que de nada sirve ganar el gobierno si no se tiene una base social consciente, organizada y movilizada que apuntale a un gobierno decidido a enfrentarse a los poderes fácticos que gobiernan de facto el país. Gobierno y poder no son alternativas excluyentes. Al contrario, el poder en la sociedad es condición indispensable para gobernar con sentido de cambio.

En este marco, enfrentamos varios retos específicos:

a) Ser una oposición política tanto al continuismo neoliberal encarnado por PPK sobre todo en el terreno económico como a las pretensiones del fujimorismo de manejar el país desde su control del Parlamento Nacional.

b) Afirmar un proyecto propio que se encarne en

a) Rol permanente de representación de nuestros electores en la escena política y en la escena parlamentaria

b) Rol permanente de representación e interlocución con las fuerzas sociales organizadas que negociaron su apoyo electoral a PPK en la escena política y en la escena parlamentaria

c) Perfilamiento de una propuesta alternativa en camino a las elecciones 2018 y 2021

d) Consolidación del nuevo liderazgo político nacional encarnado en Verónika Mendoza, su Comité Permanente, sus nuevas voces parlamentarias, y sus nuevos liderazgos regionales y locales.

c) Iniciar una nueva etapa en la construcción del Frente Amplio como organización política masiva, fuerte y democrática.

Hay que partir de una idea clara: el FA que nos ha servido para lograr presencia, tener una bancada y proyectar un nuevo liderazgo, no es suficiente para ganar gobiernos y –sobre todo- derrotar desde el gobierno y desde la movilización social a los poderes facticos que gobiernan el país y contra los cuales emergemos.

Los Dilemas en la Construcción del FA en su Nueva Etapa

El reto principal que el FA enfrenta en esta nueva etapa es el de incorporar a la vida del mismo y con plenos derechos y deberes a miles y miles de activistas independientes –izquierdistas y progresistas- que han visto en nosotros una nueva oportunidad de hacer política, más limpia y transparente en sus métodos, más integral en su propuesta programática, más renovada en sus dirigencias.

En respuesta a este reto, se plantean varias opciones:

a) Mantener el FA tal como existe ahora, con solamente TyL como dueño del registro y con solamente los militantes de TyL inscritos en el padrón registrado ante el JNE. Esto en la práctica significa que las grandes decisiones del FA (candidaturas, alianzas, cambios de estatuto, elección de dirigencias) siempre tendrán que ser validadas por TyL para que tengan valor legal. Esta es la posición asumida por la mayoría del CEN de TyL y por la mayoría de su bancada parlamentaria. Para mi esta es una alternativa insostenible en el tiempo, pues en concentra el poder final de decisión en la dirección y la militancia de TyL, dejando a los demás (ya hay más de 13 mil afiliados) sin poder real de decisión.

b) Buscar nuevos registros para que el FA sea una alianza de partidos legalmente inscritos. Esta es una alternativa que el propio CEN y voceros de la bancada parlamentaria de TyL han propuesto. En este escenario, se equilibran las relaciones entre los diferentes partidos, pero sigue planteado el dilema de cómo darle voz y voto legalmente vinculante a las personas que siendo o queriendo ser del FA, no quieren ser militantes de un partido.

c) Abrir el padrón legalmente registrado del FA (en el que ahora solo estamos los de TyL) a todos los activistas registrados y organizados en los comités territoriales y sectoriales del FA, para que todos y todas tengamos iguales derechos y deberes ante la ley. En este escenario TyL ya no es dueño del registro y ni sus militantes los únicos en el padrón. Pero ello no significa nuestra disolución como partido político de hecho, con su programa, su organización y su identidad. De hecho, TyL deberá seguir existiendo como partido tal cual hoy día existen muchas organizaciones dentro y fuera del FA sin registro legal. Esta es para mí la alternativa ideal, pues nos iguala a todos y todas al interior de una sola organización y nos obliga a los partidos –incluido TyL- a competir democráticamente por el liderazgo, sin apelar a la propiedad del registro como un elemento de poder dentro del frente. A mi parece que a la larga esta es la mejor alternativa. Pero es una alternativa a la que la mayoría del CEN y de la bancada parlamentaria de TyL se oponen cerradamente.

El Congreso de Lima Metropolitana del FA ha aprobado proponer al Congreso Nacional una mesa de trabajo para discutir estas opciones, siempre desde la perspectiva de dar capacidad de decisión a los y las activistas que se van afiliando al FA. Es una buena idea. Al final, la mejor salida será la que cuente con el respaldo de esas miles de personas que se van afiliando.

El Congreso Nacional debe afirmar el principio de que el FA es propiedad de sus miles de activistas y no de algún grupo en particular. Reconociendo el rol fundamental de TyL en su nacimiento y de los partidos en el desarrollo de la campaña, debe señalar que en esta nueva etapa el reto es la masificación del FA y su democratización interna. Sin negar el rol de los partidos y buscando mecanismos para mantener su presencia en los organismos de dirección, el reto es como hacer para que la militancia independiente –que podría llegar a 30 mil personas en los próximos meses- tenga poder efectivo –legalmente vinculante- de decisión dentro del Frente, tanto en lo que se refiere a la elección de las candidaturas como en lo que se refiere a las grandes decisiones políticas y la elección de las dirigencias a todo nivel.


Escrito por

Carlos Monge

Antropólogo e Historiador. Fanático del Alianza Lima y socialista empedernido. Enamorado de Leda, Lucía, Camilo, Frida y León.


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